Rumor de
enjambre
se alzaba
del corazón
de Bizancio,
de toda
esa trama
de conflictos
y ambiciones
que es siempre
el corazón de
Bizancio.
¿Cómo
hacíamos
tú y yo
para desenredar
de ella
-pura y
luminosa-
una hebra
de poesía
según íbamos
y veníamos
por sus calles
y plazas?.
¿Cómo
hacíamos
para rastrearnos
distintos
y forasteros,
inverosímiles
y poetas,
en medio
de todo
como en medio
de nada?.
¿Cómo?.....

No hay comentarios.:
Publicar un comentario